... Y triunfa la Madonna, que está jamona.
Y es que no, que por mucho que al Karl Lagerfield le joda, por mucho que se empeñe en llenar las pasarelas de famélicas sílfides, por mucho que el Strafalariuss condene al ostracismo a todas las jovencitas que superan la talla 38, por mucho que las aguas ligeras que aligeran peso nos coman el tarro pretendiendo que nos olvidemos de la cerveza y el chocolate con churros, por mucho que los comerciales del Special K nos machaquen la moral con sus dietas espartanas... lo que mola son las tías rotundas, las tías contundentes, las mujeronas tipo Rubens, que tanto asco parecen darnos a todas.
Y es que, a ver, analicemos la situación...
-¿Quién dicta los cánones de belleza femenina?
Los modistos.
-¿Y qué es lo que quieren los modistos?
Vender sus trajes
-¿Y qué es lo que NO les interesa?
Que el público se despiste con las curvas de la modelo...
-Y lo más importante:
¿Qué porcentaje de homosexualidad hay entre los grandes creadores de la industria de la moda?
Pues la verdad es que desconozco el dato, pero seguro que supera el 80 %... y eso sin contar a los que todavía no han salido del armario porque están buscando perchas.
.......¿Y qué es lo que les gusta a los gays?
Pues a ver, poco más o lo mismo que a nosotras; esto es, los hombres educados, de rasgos varoniles, nalgas apretadas, torso musculoso, pecho firme y ligeramente torneado, muslos redondos... los hombres sensibles, cariñosos, amables, detallistas... hombres que envían flores porque sí, no por remordimientos, que lloran en el cine sin necesidad de fingir una conjuntivitis, que se acuerdan de los cumpleaños de la familia sin tener que programar una descarga eléctrica a través de la alarma del móvil, que comen chocolate aunque no esté relleno de coñac, que para escupir se ponen un pañuelo... que incluso se depilan.
Ese tipo de hombres...
Y bien... Nosotras lo sabemos, pero ellos, los gays, todavía no...
Ese hombre sensible, detallista, cariñoso, amable, solidario...
¡¡Ese hombre no existe...!!
Precisamente por eso ellos convierten en sus musas a tías huesudas como cadáveres, planas como tablas de surf, ordinarias como figurantes de Almodóvar, desgarbadas como patos borrachos...
En fin, lo más parecido a un tío, pero en mujer...
¡¡Y lo peor no es eso...!!
.....Lo peor es que las suben a sus pasarelas y las fotos de esas diosas de cartón piedra se convierten en modelos a seguir... Y toooodas las mujeres de la tierra se empeñan en parecerse a la Kate Moss cuando a los heteros, lo que de verdad les mola, son el culo y las tetas de la Scarlett Johanson...
Pero nosotras a lo nuestro: dieta, gimnasio, preparados energéticos, bebidas ligth... Y todo para acabar triunfando ante nuestras amigas, nuestro peluquero y las dependientas del Strafalariuss.
Pero es una ilusión óptica... una trampa de los modistos, que se han confabulado con todos los gays del mundo mundial para que los hombres dejen de sentirse atraídos por las mujeres y, cuando al fin ya no les quede otra alternativa que la homosexualidad o el onanismo, desvíen la atención de sus famélicos apéndices hacia los miembros del colectivo masculino...
Y, si no me crees, haz la prueba:
Puedes tener la sonrisa de un ángel, los rasgos de una muñeca, la elegancia de un cisne, la dulzura de una madre, la sensualidad de una gheisha, la piel de seda... incluso una elasticidad digna de dejar al Kama Sutra a la altura de la tabla de gimnasia de un geriátrico...
Que al final, tras la frenética noche de pasión, sudor y desenfreno, cuando yazcáis lánguidos el uno en brazos del otro, exhaustos y ebrios de placer, fusionadas vuestras almas en una sola... cuando llegue el dulce, íntimo momento de las confidencias, él siempre te dirá lo mismo:
"Ha sido estupendo, cariño...
¡Lássssssstima que tengas tan poquita carne!"